El club debe decidir la estrategia a seguir para poder librarse de fichas altas de determinados jugadores

jose maria muñoz

Foto: www.malagacf.com

Era un secreto a voces. Cada vez queda menos tiempo y el Málaga CF necesita ajustarse al límite salarial para cumplir con las exigencias de LaLiga y poder inscribirse para la próxima temporada 2020/2021 (rebaja de ocho millones de euros aproximadamente). El trabajo de Manolo Gaspar y compañía por esta circunstancia es intenso; la estrategia a aplicar alcanza una gran complejidad si se busca el equilibrio deseado.

Juanpi, Rolón, Cecchini, Adrián, Pacheco, Luis Hernández, Juankar, Munir e incluso José Rodríguez… son los jugadores considerados «de ficha alta» con los que se deben establecer una negociación individualizada poniendo sobre la mesa estas tres opciones:

  • Reducción de salario drástico al mínimo: se considera inviable. Que un jugador como Juanpi que gana cerca de 2 millones de euros o Rolón con 500.000 euros acepten una bajada del salario al mínimo no será posible. Se ha indicado públicamente por parte de jugadores como Adrián, Luis Hernández e incluso Munir que aceptarían una rebaja salarial por seguir en el club, pero hablaríamos de «mínimos históricos». Podría existir la opción de que a algún jugador se le ofreciera un contrato de mayor duración para que la ficha anual se reduzca en una importante proporción pero, para ello, ambas partes deben estar conforme.
  • Negociación con otro club para traspasar a uno de estos jugadores y obtener un ingreso según precio de venta pactada entre las partes: se considera complejo debido a que todos son conscientes de las penurias del club malaguista y, por ello, el club comprador indicaría que con la ficha «alta» de estos jugadores aceptan adquirir al jugador pero a coste cero. En esta opción la figura del director deportivo es clave, dado que debe demostrar sus habilidades para lograr un «precio de venta por traspaso».
  • Carta de libertad al jugador para que gestione su salida del club a cambio de no percibir lo que le queda de contrato: En este caso, hablar de esta opción implica no obtener ingreso alguno, aunque como contraprestación para el club estaría liberado de hacer frente al alto salario. Hacer esto, en algunos casos, podría ser inevitable pero adoptar esta medida en todos los jugadores indicados dejaría en duda la gestión de la dirección deportiva del club.

     

En todas las opciones indicadas, se juega con el factor de «cuantía ficha anual», «precio del traspaso» y » periodo de negociación». Desde el momento inicial, reitero, los clubes conocen a la perfección los problemas del Málaga CF con el límite salarial: en el caso de que, por política interna del club, se imponga la necesidad de exigir un precio de traspaso al comprador si transcurre un periodo de tiempo prudencial…. y no se realiza ninguna venta «pueden surgir las prisas» a pocos días de inicializarse la competición y «tener que actuar de forma inmediata» a fin de cumplir los ratios económicos.

Podríamos entender que lo más aconsejable es que a aquellos jugadores que tengan «mejor cartel» se le gestionan una operación de traspaso económico debido al excelente rendimiento sobre el terreno de juego durante esta temporada (Munir que ha sido el Zamora de la categoría, Juanpi que ha rendido a buen nivel y logró un golazo que certificó la permanencia o Luis Hernández que demuestra una madurez en zaga defensiva serían ejemplo de lo comentado), pero esto no asegura a 100% que se lleve a cabo la operación, va a depender de las negociaciones desde el área deportiva.

El club juega con la baza de que, en caso de no llegar a un acuerdo con el jugador en las opciones a tratar, se podría extender el ERE hasta los jugadores. 

El club afronta una semana clave para ir solventando cada situación de forma individualizada. No será fácil. Las exigencias del club a Manolo Gaspar, insisto, es obtener ingresos por venta de jugadores pero también es solucionar el límite salarial. Veremos como surgen los acontecimientos. 

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