La crónica MCF: Permanencia bañada en calidad

Cuando sobre la atmósfera hay un continuo ambiente de incertidumbre, tensión, preocupación e incluso impaciencia durante toda una temporada resulta que ,cuando se logra el objetivo que se lleva buscando tanto tiempo, se irradia felicidad por parte de los futbolistas, técnicos, empleados y aficionados del club. Bendita y sufrida afición… que tanto aguanta y merece. Tras finalizar el partido, los malaguistas mostraron en multitud su alegría por redes sociales, no era para menos. Muchos han perdido «años de vida» tras todo lo vivido pero, si al final los planes salen bien, está justificado. Hay cosas que el dinero nunca podrá comprar: la felicidad y el sentimiento por este club es innegociable.

Fin a la angustia… con dosis de calidad. El Málaga CF selló la permanencia de la mejor forma posible, volviendo a la mejor versión para afrontar estas finales. Juanpi se sacó de la chistera un golazo para poner orden y Morente, en un regate «delicatessen», se encargó de sentenciar el resultado y hacer desaparecer tensiones en el tramo final del encuentro.

¡Bendito Juanpi!

Pellicer decidió introducir en el once inicial a Keidi Bare y la novedad de Luis Muñoz como central para reforzar la zona defensiva. Tete y Juanpi irían por las bandas… siendo los grandes protagonistas del encuentro. Los primeros minutos fueron de dominio del equipo visitante, con Stoichkov siendo protagonista en el minuto seis con un lanzamiento de falta que se marchó por encima del larguero. La responsabilidad, nervios, lo que se jugaba en este envite… hacía que los locales estuvieran «a la expectativa» y entregaron el balón al contrario.

Llegó el minuto 21, y Juanpi se erigió como protagonista. En estos últimos partidos ya estaba destacando, que era lo que se le exigía (es el jugador que más cobra de la Liga Smartbank), pero definitivamente subió al «Olimpo de los Dioses» en el partido clave, no sabemos si tenía el día reservado para ello: en el centro del campo, apoyándose en un pase de cabeza de Adrián, slalom por el centro dejando atrás a tres jugadores con regate espectacular a Diéguez incluido y en el mano a mano ante Dani Jiménez logró definir con una dosis de tranquilidad absoluta. Era el primer gol del venezolano esta temporada, al fin, con el Málaga CF en este crucial momento. Lo celebró con rabia junto a sus compañeros haciendo piña, la situación lo requería. Este gol fue clave en el partido. Ahora la salvación era matemática y la ventaja en el marcador era de los locales. A partir de este momentos los costasoleños sobre el terreno de juego se oxigenaron, se asentaron, incrementaron la intensidad y únicamente permitieron que en el minuto 44 el visitante Stoichkov ejecutara un tiro, algo escorado, que se fue cruzado por poco. Con ello, llegaría el final de la primera parte con la ventaja mínima para los locales.

Delicatessen de Tete Morente

El equipo blanquiazul no debía afrontar la segunda parte conformándose con este resultado, dado que quedaba demasiados minutos y el equipo visitante, con Stoichkov de líder, podía aguar la fiesta blanquiazul.  En los primeros treinta minutos mostró una defensa férrea pero, aún así, hubo una jugada a destacar que fue un córner botado en el minuto 72 por los madrileños donde Diéguez, en el interior del área, soltó un latigazo que pudo tapar Buenacasa. La línea defensiva del equipo menos goleado de la categoría salía a relucir, y hasta Buenacasa trabajaba en este sentido con éxito. Salió, en el minuto 77, desde el banquillo Hicham y otra vez clave… dado que apenas hizo falta dos minutos para el canterano, previo regate a Diéguez en el medio del campo y galopada por la banda derecha, asistiera a Tete Morente y éste, con un regate en forma de giro «a lo delicatessen», ajustó con la zurda el esférico al palo para poner con el 2-0 la sentencia del partido.

Solo quedaba esperar al final del partido, no hacía falta mirar agustiado los resultados de otros partidos porque el equipo blanquiazul hacía sus deberes de la mejor forma posible.  La salvación matemática se consiguió. La mano de Pellicer ha sido clave para lograr este objetivo deportivo. Ahora, aún logrado la permanencia matemática a nivel deportivo, queda lo más difícil: salvar a la institución en lo económico para cumplir con los parámetros exigidos por LaLiga para poder afrontar con garantías la próxima temporada en la Liga Smartbank.