El delantero blaugrana lanza una crítica a su actual entrenador tras la pérdida de puntos fuera de casa 

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Foto: www.fcbarcelona.es

Luis Suárez, bigoleador en la tarde de hoy en Balaídos, realizó unas polémicas declaraciones en Movistar + tras la finalización del encuentro donde su equipo arañó únicamente un punto tras no sentenciar anteriormente el encuentro y dejarse empatar en el minuto 88 merced a un gran gol de falta de Iago Aspas. La sensación de que se le escapa la Liga empieza a instaurarse.

En unas de las cuestiones que se le indicaron, se habló de que durante esta temporada el FC Barcelona había logrado veintitrés puntos de treinta y ocho posibles a domicilio, considerándose que son muchos puntos perdidos para un aspirante al campeonato liguero: ¿Qué le pasa al equipo fuera de casa? La contestación del bigoleador causó sorpresa cuando declaró que “para algo están los entrenadores, para analizar esa clase de situaciones. Nosotros tratamos de aportar todo lo nuestro dentro del campo«. Crítica dirigida a Quique Setién.

Se debe tener en cuenta que un gesto en un terreno de juego mostrado en público puede ser negativo para el equipo, se debe saber gestionar los momentos difíciles: un futbolista que muestra su enfado al ser sustituido, una cruce verbal entre jugadores del mismo equipo, etc… Tanto las victorias como las derrotas así como los ambientes de alegría desproporcionadas o tristeza deben ser controladas por quien corresponda. En el caso de las declaraciones del uruguayo hacia Setién son totalmente desafortunadas. La ética profesional de que todo lo susceptible de polémica debe tratarse de forma interna ha quedado en papel mojado. Tanto en las victorias como en las derrotas se suele implicar tanto a jugadores como entrenador, aun existiendo ocasiones en que claramente se conoce al culpable pero al ser todos los componentes de un mismo grupo se conjuran para salir de situaciones difíciles. Parece que hoy Luis Suárez ha querido aprovechar que el equipo ha sufrido el segundo pinchazo a domicilio de forma consecutiva para «invitar» a Sitien a solucionar estos traspiés, puesto que “para algo están los entrenadores”.

Repito, se debe estar en las buenas… y en las malas. Entonar el «mea culpa» y seguir trabajando, dado que aún siendo bigoleador hoy el equipo no ha podido lograr la victoria por circunstancias que tendrán que analizar y tratar dentro del seno del club. No todo es culpa del entrenador. Cura de humildad.