Se derrumba el club a nivel deportivo con la falta de decisiones inmediatas
Foto: Jorge Gómez
Nueva jornada, otra derrota más. La situación del club es absolutamente crítica, precisamente cuando se entrar en el tramo final de liga, cuando quedan nueve partidos. Se cambió de entrenador, muy a pesar de Manolo Gaspar, con la ilusión de poder retomar la esperanza de revertir la situación y optar por la zona alta de la clasificación. Sin dudas, el efecto ha sido totalmente contrario y con Natxo González se ha ido a peor: de nueve partidos jugados una sola victoria, tres empates y cinco derrotas (seis puntos de veintisiete posibles). Números de descenso para un equipo que está coqueteando con la zona roja de la clasificación liguera.
El partido ante el Huesca jugado ayer estaba destinado al fracaso, a un despropósito blanquiazul, debido a la previa: la afición hizo un llamamiento público para hacer un recibimiento a los jugadores por redes sociales, a las 16.00 horas aproximadamente, y de pronto no aparecen los jugadores en autobús, sino que en coches particulares y por otro lado; ¿falta de coordinación del club con sus propios jugadores? No se entiende esta forma de actuación hacia aquellos que llegan horas antes al estadio para hacer un recibimiento a un equipo que la pasada jornada había caído ante un equipo situado en zona de descenso como es el Fuenlabrada. No existe comunicación oficial del club lamentando lo ocurrido.
Por otra parte, cuando la afición accedía al estadio para colocarse en sus asientos, muchos se encontraron con la desagradable sorpresa de que estaban en condiciones lamentables para su uso, debido a la calima que afectó a la capital y provincia en los pasados días: cuando uno paga la entrada para asistir a un espectáculo deportivo se espera acudir a unas instalaciones con unas garantías de seguridad y limpieza, no cumpliéndose lo comentando en último lugar. ¿No se puede contratar un servicio de limpieza? Lo peor es que, al menos, se podría haber realizado una comunicación oficial del club lamentando la imagen mostrada hacia los aficionados por falta de planificación.
Cuando en lo deportivo y a nivel organizativo el club no funciona, es complicado hacer afición y cantera hacia el Málaga CF. Que la afición en el minuto 70 gritase desde la grada ¡jugadores, mercenarios! es cierto que no es lo más aconsejable cuando está en juego los tres puntos aún perdiendo en esos momentos por (0-2), pero bien es cierto que la afición tiene un límite y con la imagen deportiva mostrada desde el mes de noviembre y con la previa que venía “calentita” no permiten «que se rían de ellos» y estallan, con razón.
Lo preocupante es que el equipo, cuando recibe un gol en una desafortunada acción de Dani Barrio, se cae como un castillo de naipes y entra el juego el miedo a perder otro partido más… produciéndose un bloqueo psicológico tras acumular más de cuatro meses sin ganar en casa. Al final del partido, tras la derrota, algunos jugadores no acudieron al centro del campo para soportar «el chaparrón de la afición» como profesionales, por lo que parece que la ¿unión del vestuario? queda en entredicho.
Queda lo ocurrido en la rueda de prensa post partido, donde se vio a un Natxo González totalmente superado por la situación, donde reconoce abiertamente que la puntuación obtenida desde que es el míster del equipo no es la adecuada y que no sabe cual es la varita mágica para revertir la situación. Ojo, que el entrenador no es el culpable máximo de la situación, pero al final el efecto del nuevo entrenador se ha diluido y ha ido a peor, como se ha indicado con anterioridad.
Se habla de ultimátum en Montilivi, jugando contra un Girona que actualmente tiene la mejor racha de la categoría en el momento presente con cuatro victorias seguidas. Si no logra la victoria se le despide, ¿es conveniente llegar a este punto? Si no es esta próxima jornada, Natxo estará en el ojo del huracán la siguiente… o la siguiente. ¿No es mejor para esto tomar una decisión inmediata y cesarlo para incorporar ya otro entrenador? No se puede ir desperdiciando otra jornada más. Sea como fuese, hace falta un cambio de rumbo de forma inmediata.
El margen que tiene el Málaga CF sobre la permanencia es de seis puntos (golaverage en contra), pero la próxima jornada la Real Sociedad B jugará en casa ante el colista y cuando a los de abajo se le dejan opciones de salvación… podemos encontrarnos la próxima jornada que el Málaga CF esté a tres puntos de caer al descenso.
Equipo con falta de unión, con desesperación, bloqueo psicológico, un míster abatido en rueda de prensa y que en la segunda parte de este partido no salió desde el banquillo para dar órdenes cuando el equipo perdía, errores en portería, defensa, mediocentro y zona de ataque en muchas jornadas. ¿No sería aconsejable una concentración de todo el equipo varios días para limar asperezas entre entrenador y jugadores en busca de unión y poder respirar otro aire? Son necesarias tres victorias, no miremos a otros rivales, pero con las sensaciones mostradas no se ve ni que pueda lograrse una victoria. Las próximas jornadas esperan Girona, Valladolid, Leganés, Eibar y Tenerife…
El Málaga CF es conocedor de que en zona ofensiva no tiene a nadie que huela el gol y, mientras, Sadiku siendo bigoleador con la UD Las Palmas en esta jornada… jugador que ¿quizás pudo venir en el mercado invernal?
Es tremendo que todavía el equipo no esté en descenso, y esto no es mala suerte sino que es donde merece estar el equipo por no lograr ninguna victoria a domicilio en la primera vuelta y por no ganar aún en casa en las últimas dieciséis jornadas disputadas. La culpa es de todos, empezando por los jugadores, así que cada uno debe de forma inmediata acatar responsabilidades en su parcela y tomar decisiones para ejecutarlas, sin esperas…. por la ciudad, por la afición, por el Málaga CF.