El club blanquiazul ofrece una malaga imagen ante el Sporting de Gijón y coquetea con el descenso en las dos últimas jornadas ligueras
Foto: www.malagacf.com/www.laliga.com
El Málaga CF afrontaba el partido en El Molinón jugándose cerrar la permanencia y, en caso de victoria, poder empezar a centrarse en la próxima temporada tanto en su planificación deportiva como económica, sin dejar atrás la grave crisis institucional del club. Sin embargo, parece que los jugadores no percibían esta opción y en el minuto 25 de la primera parte ya perdía por 2-0 merced a dos errores gravísimos en defensa y con ello se acabó la historia. La concentración es vital desde el primer segundo de cada partido y lo que ayer se vio en la primera parte no parecía digno de un equipo que, repito, se juega la vida. Un error de marcaje en el primer gol y no hacer la línea defensiva el fuera de juego de forma conjunta te condena, estos regalos no lo desaprovechó el Sporting de Gijón y lo aceptó en forma de goles. Fueron superior los gijoneses e impuso el ritmo del partido como y cuando quiso.
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En el minuto 93, Keidi Bare logró marcar para los malaguistas y en la celebración “mandó callar” a alguien, cuando lo que tiene que hacer es llevar el esférico rápido al saque inicial para buscar el empate y no crear polémica con sus gestos porque crea falta de unión en un momento clave de la temporada; esto es justo lo que no quiere Pellicer. Además, debe centrarse porque otra vez pudo ser expulsado tras una dura entrada al gemelo de un rival. No se puede ser tan reiterativo en este asunto.
¿Falta de concentración, actitud, soluciones por parte de Pellicer? Sea lo que fuese y en el porcentaje que corresponda no puede reflejarse esto en un equipo en el tramo final liguero, con lo que se juega. El Málaga CF, quien no lo recuerde, lucha no solo por la permanencia en la categoría sino por su supervivencia como club deportivo profesional, ni más ni menos. Una segunda desaparición del club representativo de la quinta ciudad de España en los últimos treinta años… sería demoledor, además de provocar un impacto social/económico muy negativo a la Costa del Sol a nivel mundial, nuevamente.
Parecía que el partido ante el Deportivo era el más importante de los últimos años, sin embargo ahora queda relegado en detrimento del encuentro que se disputará este viernes ante el Alcorcón, segundo mejor equipo a domicilio de la Liga Smartbank. Al Málaga CF le va la marcha, las complicaciones. Otra final, a conseguir los tres puntos para lograr la permanencia y no tener que jugársela en la última jornada a domicilio ante un Almería que luchará, casi con total seguridad, nada más y nada menos que por el ascenso directo a Primera División. Es lo que tiene «no hacer los deberes» con antelación.
Por los empleados directos e indirectos, afición y por la existencia del propio club esperemos que se afronte esta final de la misma forma que ante el Girona o Deportivo donde se vio a un equipo compacto y serio, porque el equipo llegaría muy justo físicamente y psicológicamente en el caso de tener que jugarse el descenso en la última jornada.
Memoria, compromiso y fe.
