Manolo Gaspar cierra operaciones y se da oficialidad por parte del Málaga CF a la llegada de Escassi, Iván Calero y  Dani Barrio

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Foto: www.malagacf.com

Pretemporada muy dura en el seno del Málaga CF. La tensión por solucionar el límite salarial y poder equilibrar los ingresos y gastos es esencial para poder cumplir con la normativa de LaLiga. Desafortunadamente, porque no es plato de buen gusto, la aplicación de ERE está implicando una atmósfera complicada en la plantilla donde los jugadores afectados están molestos por las formas de proceder.

Por todo lo comentado anteriormente, permítanme decir que durante la tarde noche del día de ayer la ilusión y alegría del malaguismo se desbordase en redes sociales, aunque parezca una exageración, con la oficialidad de la llegada de Escassi, Iván Calero y Dani Barrios (llegan libres, procedentes del CD Numancia). El malaguismo sonríe. No se trata de creernos que ha llegado un jugador tipo «Messi» o «Ronaldo» al club malaguista, son las formas de proceder que está teniendo el club en sus gestiones del día de día. Está claro que hay que esperar a la finalización del mercado para ver si realmente no existe problema alguno en lo que referente a la inscripción de jugadores, pero la gestión encabezada a nivel deportivo por Manolo Gaspar está siendo digno de alabo (silenciosa, constante y “a contrarreloj”).

Lo ocurrido el año pasado en el seno malaguista fue «de vergüenza», con la ida y vuelta de Okazaki y la no inscripción de Mula, Iván Rodríguez y José Rodríguez; un ridículo del Málaga CF a nivel mundial que esperemos que jamás se vuelva a producir: quitarle el derecho al futbolista de poder competir en los terrenos de juegos por una ineficaz labor administrativo es inadmisible. 

Llegan tres jugadores procedentes de un equipo que ha descendido a Segunda División B (lo digo por las dudas que generará en algunos aficionados), pero refuerzan una demarcación que será probablemente necesaria cubrir ante posibles bajas en el club de martiricos:

  • Escassi: Vuelve a casa, al fin. Firma hasta la temporada 2022/2023. Tiene 31 años y llega en plena madurez futbolística, era capitán en el equipo soriano. Puede jugar tanto en defensa como en el mediocentro, por lo que destaca por su gran polivalencia. Acumula más de 250 partidos en Segunda División (Hércules, Alcorcón, Llagostera y Numancia) y, en la pasada temporada, disputó 35 partidos, logrando siete goles (récord personal de goles en una temporada). Acumuló un total de 3.037 minutos jugados y fue expulsado en una ocasión. Podría suplir tanto a Diego González como a Keidi Bare.
  • Iván Calero: Firma hasta la temporada 2022/2023. Tiene 25 años y es un jugador que de la cantera del Atlético de Madrid. Lateral derecho, puede adaptarse perfectamente al sistema de Pellicer de tres centrales. Destacó por sus números de la pasada temporada, donde disputó en el conjunto numantino 37 partidos, logrando dos goles y seis asistencias. Acumuló un total de 3.141 minutos y fue expulsado en una ocasión. Podría suplir a Cifu, que está incluido en el ERE.

 

  • Dani Barrios: El asturiano firma hasta la temporada 2021/2020. Viene con la idea de ser el portero titular. Tiene 33 años, mide 1,90 metros. Llegó la pasada temporada al CD Numancia (antes había jugado durante cuatro temporadas en el Melilla en Segunda División B) donde disputó la totalidad de partidos ligueros. Encajó 53 goles. Acumuló un total de 3.780 minutos. Es el recambio de Munir, si este finalmente ficha por otro club.

 

Estos tres fichajes aportan experiencia y juventud al club. Lo más importante es que han sabido adaptarse a la situación del club, poniendo como ejemplo a Escassi que va a cobrar una cuantía inferior a la que percibía en Soria, pero sus ganas de estar en casa y vestir la elástica blanquiazul en La Rosaleda como jugador local, así como estar junto a su familia en su tierra, ha logrado sobreponerse a lo económico.

Los jugadores se han incorporado esta mañana a la concentración de Alhaurín El Grande, acompañados de Manolo Gaspar. Esperemos que, cuanto antes, puedan adaptarse al ritmo de trabajo del resto de sus compañeros.